La autosuficiencia alimentaria es un proceso de toma del poder que permite a todas y a todos el ejercicio del derecho a la alimentación. En armonía con los seres humanos, la naturaleza y el medio ambiente, la autosuficiencia alimentaria supone una atención individual y colectiva para la accesibilidad a alimentos de calidad y a un mejor control de la alimentación.
La autosuficiencia alimentaria se basa en cuatro pilares: la accesibilidad a los alimentos, el poder de elegir, el respeto de los seres humanos, de la naturaleza y del medio ambiente y la acción colectiva.
EL ACCESO AL ALIMENTO, UN INGREDIENTE BÁSICO
En todo momento, es necesario tener acceso a una cantidad suficiente de alimentos adecuados y de calidad. La accesibilidad a los alimentos pasa por sitios de abastecimiento diversificados y vecinos, precios razonables y equitativos y un poder de compra suficiente para tomar decisiones alimentarias adecuadas con dignidad. La accesibilidad supone una redistribución equitativa y solidaria de las riquezas.
EL PODER DE ELIGIR
Colectivamente, la autosuficiencia alimentaria requiere ser bien equipado y informado sobre los retos alimentarios con el fin de tener un mejor control de la alimentación. Esto se logra entre otras cosas por la democratización de las tomas de decisiones colectivas y por la transparencia de las normas, de las condiciones de producción y de la calidad de los alimentos.
UNE CUESTIÓN DE RESPETO
La autosuficiencia alimentaria promueve el respeto de los seres humanos, de la naturaleza y del medio ambiente. Con justicia y equidad para los pueblos del mundo, la autosuficiencia alimentaria promueve así la gestión equitativa y ecoconsciente de los recursos y apoya la agricultura a escala humana. Los vínculos directos entre el ambiente de producción y las personas también son privilegiados.
LA ADOPCIÓN DE ACCIONES
La autosuficiencia alimentaria se logra por la búsqueda colectiva y solidaria de una autonomía individual y colectiva con el fin de construir y reclamar el derecho al alimento para todas y todos. Esta podría dar lugar a acciones destinadas a reivindicar leyes y políticas que garantizan el derecho de cada uno a alimentarse con dignidad, así como a la creación de iniciativas tales como los jardines y las cocinas colectivas, los grupos de compras, las tiendas solidarias, la compra local y equitativa, etc.
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