Alimentarse adecuadamente, llegar a fin de mes y separarse de los bancos de alimentos motivó a las hermanas Ouellette a poner en marcha los primeros grupos de cocina colectiva.
Estas necesidades están siempre presentes en nuestra sociedad y las cocinas colectivas las satisfacen.
historia
LAS Mujeres detrás de un movimiento.
Todo comenzó en 1982, en el barrio Hochelaga-Maisonneuve de Montréal, cuando Jacynthe Ouellette propone a su hermana Sylvie juntar su dinero, sus ideas y su tiempo a fin de planificar y cocinar en forma conjunta platos nutritivos y económicos para su familia. De vez en cuando, una vecina se junta con ellas. El trío compra colectivamente los alimentos y cocina una vez por mes una veintena de platos para cada una de sus familias.
Las interventoras del Carrefour familial Hochelaga-Maisonneuve descubren las actividades de las hermanas Ouellette durante una visita y encuentran formidable la iniciativa de cocinar en grupo. Ellas le solicitan a Jacynthe Ouellette compartir esta experiencia con las otras señoras del barrio. Luego de algunos encuentros en el Carrefour familial Hochelaga-Maisonneuve y en la casa de mujeres La Marie-Debout, muchas vecinas se mostraron interesadas en iniciar una cocina colectiva. Es el comienzo de una nueva práctica popular de alimentación que se convertirá en una bola de nieve.
En 1990, más de una centena de grupos de cocina colectiva se unifican bajo una sola voz para poner en marcha la Reagrupación de Cocinas Colectivas de Québec (RCCQ).
La reagrupación nacional le permite a las cocinas colectivas:
- representar una alternativa a la caridad
- contribuir a la autonomía alimentaria
- poner en común los conocimientos
- darse una fuerza de representación
- responder a sus necesidades de formación, de desarrollo, de consolidación, de apoyo
- tener acceso al soporte técnico, al intercambio de información y a la transmisión de conocimientos.
Las cocinas en cifras
1288
Miembros7712
Personas participantes17640
Personas alimentadas1084309
Platos preparadosMisión
La RCCQ favorece el nacimiento, la consolidación y la concertación de las cocinas colectivas sobre todo el territorio de Québec.
Visión
La RCCQ es esencial en materia de cocina colectiva y un actor clave en la autonomía alimentaria. Por tanto, ella despliega sus acciones en torno a cuatro puntos de intervención: membresía y vida social, financiamiento de cocinas colectivas y de la RCCQ, visibilidad y lucha por el derecho a la alimentación.
Enfoque
La RCCQ se basa en los principios de la educación popular para orientar su toma de posición, sus acciones y sus actividades de representación.
La RCCQ promueve las cocinas colectivas, sus acciones y sus valores, con la población y los gobiernos.
Inscribe sus acciones dentro de una iniciativa colectiva orientada a lograr la autonomía alimentaria, que se define como un proceso de empoderamiento que permite a todos y a todas, el ejercicio del derecho a la alimentación.
Esto se basa en cinco componentes: la disponibilidad, la accesibilidad, la estabilidad, la permanencia y adecuación.
VALORES EN ACCION
Las acciones y LAS posiciones de la RCCQ SON guiadas por valores. Estos valores son dinámicos, flexibles, EVOLUTIVOS y hacen de las cocinas colectivas un entorno de vida ENRIQUECEDOR.
EL RESPETO POR LA PERSONA; LA DIGNIDAD
Las cocinas colectivas acogen a las personas sin categorizar sus realidades en mil y una problematicas aisladas unas de otras. Es un acercamiento holístico que favorece el desarrollo de todas las facetas de la vida. La acción de las cocinas colectivas se basa en el potencial y no en los límites. Valora las fortalezas, las experiencias, los conocimientos y la destreza de las personas.
LA SOLIDARIDAD
Las cocinas colectivas son redes de acciones solidarias que buscan soluciones colectivas a las necesidades de las personas. Ellas trabajan en la transformació de las condiciones de vida de las personas y de las comunidades. Se trata de una solidaridad concreta. Desarrollan los recursos para sostener la autonomía socioeconómica y fomentar la cooperación.
LA AUTONOMÍA; EL MANEJO
De acuerdo con el proceso, la elección y la implicación voluntaria de los participantes, las cocinas colectivas contribuyen al desarrollo de relaciones igualitarias y al aumento de la autonomía del grupo y de los participantes que lo constituyen.
LA EQUIDAD Y LA JUSTICIA SOCIAL
Las cocinas colectivas se suman al movimiento de lucha para lograr un proyecto social justo y equitativo mediante:
- promoviendo la equidad y la igualdad entre las personas; denunciando la violencia y la discriminación;
- reivindicando el acceso a las posiciones de poder y de decisiones democráticas para todos;
- promoviendo la relación igualitaria entre las mujeres y los hombres;
- reafirmando el rol social, económico y cultural del Estado como garante del bienestar de la sociedad quebequa y de la redistribución de la riqueza;
- reafirmando su apoyo solidario a las mujeres, hombres y niños de todo el mundo que luchan contra la pobreza;
- reconociendo y afirmando una visión feminista que anima este proyecto de sociedad.
LA DEMOCRACIA
Las cocinas colectivas son lugares de participación en la vida democrática. Ellas proporcionan a las personas los medios para aumentar el poder sobre sus vidas y mejorar sus condiciones emocionales, sociales, económicas y culturales. Además, dentro de las cocinas colectivas, los participantes toman las decisiones, colaboran en todas las etapas involucrándose en la vida social y democrática de su reagrupación; ellos no son solamente consumidores de servicios.
¿Qué es una cocina colectiva?
Las cocinas colectivas contribuyen al desarrollo socioeconómico, al aumeNTO Del poder adquisitivo y, por lo tanto, A mejoraR la salud física, mental, ESPIRITUAL Y SOCIAL.
Definición
La cocina colectiva es un pequeño grupo, compuesto como mínimo por tres personas; que reúnen su tiempo, su dinero y su talento para preparar en cuatro etapas (la planificación, las compras, la cocción, la evaluación) comidas económicas, sanas y sabrosas que llevarán a sus casas.
Está dirigida a todas las personas que tienen la preocupación de mejorar la calidad de vida de ellas mísmas y de sus familias, teniendo la posibilidad de implicarse individual y colectivamente dentro de su comunidad. Todo está hecho con placer, según los principios de la educación popular.
¿POR QUÉ PARTICIPAR DE UNA COCINA COLECTIVA?
- Salir de casa
- Encontrarse y romper el aislamiento
- Construir un recurso de ayuda mutua
- Construir el amor propio
- Apoyar las iniciativas
- Valorizar la autonomía y la toma de responsabilidades
- Valorizar, adquirir y compartir los conocimientos
- Experimentar proyectos de trabajo
- Alimentarse con dignidad
- Participar en la lucha por el derecho a la alimentación
¡MÁS QUE UNA COCINA!
Las cocinas colectivas son recursos comunitarios autónomos que se desarrollan en un entorno con el fin de responder a las necesidades cotidianas. Esta iniciativa permite a los participantes crear un lugar de pertenencia, una red de educación popular y de acciónes colectivas.
1
LA PLANIFICACIÓN
Esta es la primera etapa. El grupo se reúne, los participantes eligen las recetas, elaboran la lista de compras, determinan el número de raciones y calculan el presupuesto. Es también un momento para compartir recetas, mirar los folletos de los supermercados y dividir las responsabilidades de las compras y el resto de las actividades.
2
LAS COMPRAS
Teniendo en cuenta las ofertas y los alimentos disponibles en el fondo de cocina, los participantes efectuan las compras en grupo o individualmente. No obstante, se sugiere al grupo que realice las compras en equipos de dos para facilitar la resolución de imprevistos.
3
LA COCCIÓN
Cada participante aporta sus compras y las facturas correspondientes para la contabilización de costos. Los participantes del grupo se reencuentran a fin de cocinar los platos elegidos que dividirán y llevarán a sus casa. Mientras que los platos se cocinan a fuego lento, los participantes limpian, comparten sus historias de vida, consejos y trucos. Es también la ocasión de comunicar las novedades de otros grupos con los que ellos están en relación.
4
LA EVALUACIÓN
Llegado el momento oportuno, el grupo evalúa el desarrollo de la reunión, las recetas elaboradas y el espíritu de equipo. Esta cuarta etapa es flexible en el tiempo y permite ver la evolución del grupo.
Autonomía alimentaria
El movimiento DE cocinaS colectivaS es parte de unA INICIATIVA COLECTIVA destinadA a lograr la autonomía alimentaria.
Definición de autonomía alimentaria adoptada en la AGM, el 3 de junio de 2015: Dentro del respeto a los seres humanos, a la naturaleza, a todos los seres vivos y al medio ambiente, la autonomía alimentaria presume una responsabilidad individual y colectiva orientada al acceso a alimentos de calidad y a un mejor control del sistema alimentario que no se puede lograr sin un enfoque de educación popular.
La autonomía alimentaria es un proceso de toma de poder que permite, a todos y a todas, el ejercicio del derecho a la alimentación.
La autonomía alimentaria está basada en cuatro pilares: la accesibilidad alimentaria, el poder de elección, el respeto y la acción colectiva.
La RCCQ considera que otras prácticas alternativas se inscriben dentro de una iniciativa colectiva orientada a lograr la autonomía alimentaria, como ser los grupos de compra, los jardines colectivos, los supermercados solidarios, las redes de agricultores familiares, etc.
EL ACCESO a la comida
- Acceso a una cantidad suficiente de comida sana
- Puntos de aprovisionamiento diversos y cercanos
- Precios razonables y justos
- Poder adquisitivo suficiente para poder elegir alimentos adecuados con toda dignidad
LAS Acciones a REALIZAR
- Responsabilizarse individual y colectivamente
- Reclamar el derecho a la alimentación para todas y todos
- Reivindicar las leyes y políticas
- Comprometerse con los movimientos colectivos, solidarios y locales
Una cuestión de respeto
- De los seres humanos
- De la naturaleza y de todos los seres vivos
- Del medioambiente
El poder de elegir
- Participa en las decisiones que conciernen a nuestra comunidad
- Estar dotados e informados colectivamente sobre cuestiones alimentarias
La alimentación es esencial para la vida y ella constituye un derecho fundamental. En este sentido, el reconocimiento del derecho a la alimentación debe formar parte de una estrategia de lucha contra la pobreza y la exclusión social.
